martes, 3 de agosto de 2010

La pieza vikinga de León


Noticia aparecida en la sección de cultura del Diario de León 

Arqueólogos daneses investigan la pieza más misteriosa de San Isidoro


Los investigadores creen que la figurilla de un «ídolo» vikingo del siglo X, de apenas cinco centímetros, puede pertenecer a un antiguo juego parecido al ajedrez

30/04/2010 verónica viñas | león 

Durante siglos ha sido una de las piezas más misteriosas de San Isidoro. En 1990 el «ídolo vikingo», como se conoce a una pequeña figurita de cinco centímetros, fue descubierta «por casualidad» por arqueólogos daneses que se desplazaron a León a estudiar el báculo de San Pelayo, custodiado en la Catedral y que se creía también de origen escandinavo, aunque resultó ser románico. Fue entonces cuando oyeron hablar del enigmático objeto cedido a la colegiata románica por los reyes leoneses.

Antonio Viñayo, abad emérito de San Isidoro, cuenta que los citados investigadores han averiguado que podría tratarse de una pieza de un juego parecido al ajedrez. El «ídolo», del siglo X, no está tallado en hueso de ciervo, lo que descarta su procedencia danesa; ahora se sabe que es de asta de reno, de ahí que su origen más probable sea Suecia o Noruega. Nadie sabe a ciencia cierta cómo el objeto vikingo más importante de España llegó a León. Viñayo sugiere dos hipótesis. Fueron los monarcas Fernando I y Doña Sancha quienes depositaron la figurita en San Isidoro tras hacerse con ella «bien como parte de un botín de guerra o bien como parte de un regalo» obsequiado por otros reyes de la Península Ibérica, probablemente musulmanes. La segunda versión apunta a que podría ser una ofrenda entregada por algún peregrino nórdico a San Isidoro.
Los vikingos desembarcaron en España y las costas mediterráneas en el siglo VIII, estableciendo diferentes enclaves en Jerusalén, Cerdeña y el sur de Italia. Los jefes vikingos tenían por costumbre agasajar con obsequios a los dirigentes de estos reinos. Es posible que inicialmente entregaran esta figurita como presente al califato de Córdoba. De hecho, durante muchos años se pensó que la pequeña talla era árabe, porque está «cerrada» con dos tapas metálicas con inscripciones en este idioma. Más tarde, las investigaciones demostraron que era vikinga. El ídolo, con aspecto de cajita cilíndrica decorada con orlas entrecruzadas, pudo haber sido utilizado en alguna época como relicario. La figurita no ha desvelado aún todos sus secretos...