miércoles, 24 de julio de 2024

La Batalla de Maldon

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La batalla de Maldon

La Batalla de Maldon es un episodio histórico fascinante que ha capturado la imaginación de historiadores y amantes de la literatura por igual. Este enfrentamiento épico entre los sajones y los vikingos daneses, que tuvo lugar en el año 991, no solo es significativo desde un punto de vista histórico, sino que también ha sido inmortalizado en la literatura a través del poema anglosajón "La Batalla de Maldon".

El contexto histórico

En la última década del siglo X, Inglaterra enfrentaba una amenaza constante por parte de las incursiones vikingas. Estos guerreros nórdicos, conocidos por su ferocidad y habilidades marítimas, atacaban y saqueaban pueblos costeros, sembrando el terror entre la población. En este contexto de inseguridad y resistencia se sitúa la Batalla de Maldon.

La batalla

El 10 de agosto de 991, un grupo de vikingos desembarcó cerca del río Blackwater en Essex. Liderados por el eorl Býrhtnod, los sajones se prepararon para defender su tierra. Según el poema, Býrhtnod permitió que los vikingos cruzaran un estrecho paso de tierra para que la batalla pudiera librarse en igualdad de condiciones, un gesto que muchos interpretan como una combinación de valentía y nobleza, aunque también pudo ser una decisión táctica que resultó desastrosa.

El combate fue encarnizado y, a pesar del coraje de los sajones, la superioridad numérica y la destreza de los vikingos resultaron determinantes. Býrhtnod y muchos de sus hombres cayeron en la batalla, y los vikingos obtuvieron la victoria.

El poema

Escrito poco después de la batalla, "La Batalla de Maldon" celebra el heroísmo de los guerreros sajones. A pesar de que el poema ha llegado a nosotros incompleto, con el inicio y el final perdidos y el manuscrito original destruido en un incendio en 1731, los versos que se conservan son una poderosa evocación del espíritu guerrero.

El poema destaca no solo por su valor histórico, sino también por su calidad literaria. Uno de los pasajes más conocidos es el discurso final, donde los guerreros sajones expresan su lealtad y determinación de luchar hasta el final, encapsulando el ideal del heroísmo germánico.

Reflexiones sobre el heroísmo

"La Batalla de Maldon" no es solo un relato de un enfrentamiento militar; es un testimonio del espíritu de resistencia y valor que caracterizaba a los pueblos germánicos. Los guerreros sajones, liderados por Býrhtnod, representan un ideal de nobleza y coraje que ha perdurado a lo largo de los siglos.

Este poema, junto con "La Batalla de Brunanburh" y "La Batalla de Finnsburh", forma un trío literario que celebra la lucha y la gloria en la batalla, ofreciendo una ventana a la mentalidad y valores de una época pasada. La Batalla de Maldon, a través de sus versos, nos recuerda la importancia de la valentía y el sacrificio, valores que siguen resonando hoy en día.

En resumen, la Batalla de Maldon es más que un evento histórico; es una epopeya que nos invita a reflexionar sobre el valor, la lealtad y la nobleza en tiempos de adversidad. A través de este poema, el legado de los guerreros sajones continúa vivo, inspirándonos con su ejemplo de heroísmo.

El discurso de Byrhtnoth:

El pensamiento debe ser lo más enérgico, el corazón lo más animoso, el coraje mayor, conforme más desfallecen nuestras fuerzas. Aquí yace nuestro líder, el valiente caudillo sobre el polvo; puede que lo lamente siempre aquel que hoy flaquee y abandone la lucha. Soy viejo, yo no me marcharé, aquí pienso dar la vida permaneciendo junto a mi señor, junto a mi amado señor.
Byrhtnoth (Byrhtnoþ, también pronunciado ByrhtnoðByrihtnoðBrihtnoþBeorhtnoþBeorhtnoðBaeorhtnoð) fue un Ealdorman de Essex del siglo X. Su nombre se compone de las palabras inglesas antiguas beorht (brillante) y noth (coraje). 
Murió liderando las fuerzas anglosajonas contra los vikingos en la batalla de Maldon de 991, Byrhtnoth es el tema de un famoso poema inglés antiguo. Tal como se presenta allí, su decisión de permitir a los vikingos moverse hacia una mejor posición fue heroica, pero fatal, aunque esto puede no representar la realidad. Se dice que medía más de seis pies de altura y que tenía sesenta años de edad cuando la batalla de Maldon, un «cisne de blanco pelo».
Locución en sajón antiguo con subtítulos en inglés. 
Imágenes del lugar donde tuvo lugar la batalla.



 LA BALADA DE MALDON / Jorge Luis Borges 



Una lápida del norte de Inglaterra representa, con torpe ejecución, un grupo de guerreros nortumbrios. Uno blande una espada rota; todos han arrojado sus escudos; su señor ha muerto en la derrota y ellos avanzan para hacerse matar, porque el honor les obliga a acompañarlo. La balada de Maldon guarda memoria de un episodio análogo. Se trata de un fragmento; los invasores noruegos piden tributo a los sajones; el jefe sajón, que comanda unas improvisadas milicias, responde que lo pagarán con sus viejas espadas. Un río separa a las dos huestes; el jefe de los sajones permite que lo atraviesen los vikings, «los hombres de las naves a la tierra, en alto los escudos». El duro combate se entabla; los «lobos de la matanza», los vikings, apremian a los sajones; el capitán sajón, herido de muerte, agradece a Dios con su último aliento todas las dichas que ha tenido en el mundo. Lo matan y uno de sus hombres, que es un anciano, dice: «Cuanto menor sea nuestra fuerza, más animoso debe ser nuestro corazón. Aquí yace nuestro señor, hecho pedazos, el que más valía, en el polvo. Quien quiera retirarse de este juego, se lamentará para siempre. Mis años ya son muchos y me quedaré a descansar; junto a mi señor, a quien quiero tanto.» Uno de los sajones, Godric, ha huido cobardemente, en el caballo de su señor. El fragmento concluye con la mención de la muerte de otro Godric, «ese no era el Godric que huyó».

La balada de Maldon, como las venideras sagas escandinavas, abunda en pormenores circunstanciales, sin duda históricos. En el principio se habla de un joven, que ha salido a cazar; al oír el llamado del jefe, «dejó que de su mano el querido halcón volara al bosque y entró en la batalla». Dada la dureza épica del poema, la frase «el querido halcón» nos conmueve singularmente.

El carácter homérico de la balada ha sido justamente alabado. Legouis la compara con la Canción de Rolando, pero hace notar que Maldon tiene la desnuda severidad de la historia, y Rolando el prestigio de la leyenda. En el cantar sajón no hay arcángeles, pero también florece el coraje en medio de la derrota.



Fragmento del documental Viking Wars 
con el recitado de partes del poema en inglés antiguo.



jueves, 11 de julio de 2024

Skyr

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Suele decirse que el Skyr es el yogurt islandés, aunque a decir verdad está más relacionado con la cuajada, ya que se obtiene tras añadir el cuajo a la leche de vaca y filtrar el resultado (tradicionalmente, a través de una tela). La parte líquida recibe el nombre de Mysa, que se toma como refresco, aunque también es usada para cocinar. La parte más sólida, aquella que no ha pasado por el filtro, se llama Skyr, tiene una textura similar a la del yogurt, aunque el sabor es muy distinto, y es muy rico en proteínas y calcio y bajo en grasas.

Ahora, el Skyr es un producto lácteo típico de Islandia, y, como tantas cosas típicas de este país, fue llevado por los colonos vikingos procedentes de Noruega  (y sin duda era un producto popular en el mundo nórdico), aunque en su país de origen se haya perdido la costumbre desde hace siglos.

Se suele tomar de 3 maneras: óhraert (natural), aunque su sabor amargo no lo hace fácil para todos, hraert (con leche) hraeringur (mezclado). Este último es el más popular y las posibles mezclas son infinitas: néctar de agave, vainilla, jengibre, naranja, pomelo, granada o cualquier variedad de frutos del bosque, siendo el arándano la más popular. 



Entre las más entrañables tradiciones islandesas está la de los 13 duendes de navidad (jólasveinar), uno de los cuales es el skyrgármur o sea el que se cuela en las despensas de las granjas el 19 de diciembre para darse un atracón de skyr. 



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