Introducción: Nuestro conocimiento de la astronomía antigua en el norte de Europa se ha visto limitado porque no existe ningún registro de las constelaciones nativas entre las tribus germánicas en la antigüedad. Sin embargo, sería raro suponer que nunca tuvieron ese conocimiento sólo porque no ha llegado hasta nosotros.
Afortunadamente, la mitología nórdica que ha sobrevivido nos ha dejado suficientes pistas como para que podamos reconstruir ese conocimiento olvidado del pasado. En el momento en que estos mitos se registraron en Islandia del siglo XIII, la gente ya no creía en la antigua religión. Sin embargo, incluso durante la época vikinga, antes del año 1000 dC, cuando la religión aun era fuerte, muchas de las creencias de entonces parece que ya se han convertido sólo en términos abstractos.
Ahora está claro que la mitología de los países escandinavos como la conocemos surgió de una fusión de los tradicionales dioses locales con varias otras tradiciones más extendidas. Si bien los mitos alcanzaron su forma actual dentro de la Edad de Hierro, algunos de los elementos y aspectos de la misma se remontan incluso a la Edad de Piedra, cuando los seres humanos empezaron a tratar de dar sentido a su universo.
Managarm es un lobo gigante que, al igual que Nidhogg, era un devorador de cadáveres. Equivalente al perro Garm y también comparable a Fenris, que actúa de forma similar: Liberado en el Ragnarok, estirará sus mandíbulas entre el cielo y la tierra. En esencia, surge de la idea de que la Luna era un lobo que se tragaba al Sol (Odín, Tyr), como ocurre durante un eclipse. El origen de esta imagen muy probable indique de la conexión entre la Luna y la licantropía.
Ancient Skies of Northern Europe: Stars, Constellations, and the Moon in Nordic Mythology
By Timothy J. Stephany
Published Online (2006)