Gotlandia la descubrió por primera vez aquel hombre que se llamaba Tieluar. Entonces estaba Gotlandia tan hechizada que durante el día se hundía y por la noche emergía. Pero aquel hombre trajo por primera vez fuego al país y desde entonces ya no se hundió nunca.
Así comienza este pequeña saga de la isla sueca de Gotland, traducida por Mariano González Campo, del que hace pocos meses reseñamos dos obras relacionadas con las islas Feroe.
Esta saga tiene cuatro partes diferenciadas: la llegada del primer colono, la sobrepoblación de la isla, que a algunos les llevó a una larga emigración que terminaría en Bizancio, la cristianización de la isla a partir de la llegada de San Olav, y la unión con el reino sueco de Uppsala.
Historia de los gotlandeses (Guta saga) es una edición digital bilingüe (gotlandés antiguo/español) publicada por la editorial italiana Ipoc.
Esta canción trata de una tormenta que sorprende a los tripulantes de un barco en plena noche, donde sólo pueden verse el brillo de los rayos y el negro espejo del mar.
Animación de un minuto producida por MTV Onedotzero, basada en la leyenda de Thor y su martillo mágico Mjölnir luchando contra los gigantes.
Información técnica:
One minute animated spot produced for MTV Onedotzero called “Nordic Folk Legends”, based on Thor & his magical hammer Mjollnir, batteling other characters hailing from Nordic Myths.
This spot and others from the MTV Bloom project will be broadcasted on MTV Europe TV Channels until the end on june, more info: http://www.mtvonedotzero.com/
Animation & Production: Marieke Verbiesen
Sounddesign: Sonic Adventures
El Jorvik Viking Center es un museo dedicado a los vikingos en la ciudad inglesa de York. Está basado en el periodo vikingo de la ciudad, con los restos encontrados en excavaciones arqueológicas (que aun continúan): restos humanos, fragmentos de madera, cuero, metal, tela. En una parte del museo han reconstruido el Jorvik de antaño, con casas y muñecos a tamaño natural, con una ambientación de los sonidos y aromas de aquella época. Algunos de estos modelos humanos han sido reconstruidos a partir de los esqueletos encontrados en las excavaciones arqueológicas, usando las tecnologías utilizadas por los cirujanos plásticos para mostrar a sus clientes la evolución que experimentará su físico tras la posible intervención.
Erik el Rojo pasó a las sagas y su figura ha persistido en el tiempo y la memoria de los hombres. Y no de la forma en que otros vikingos “famosos” lo hicieron, ya que la mayoría de estos debieron su fama a innumerables hechos guerreros y de piratería, como ocurre por ejemplo con Egil Skallagrimsson, protagonista de la que posiblemente sea la saga islandesa más conocida. Su nombre auténtico fue Eirik Thorvaldson y nació en el sudoeste de Noruega en torno al 950. El apodo por el que fue conocido se debió al intenso color rojizo de su pelo y barba. En la saga vikinga que lleva su nombre, transcrita por los islandeses en la Edad Media, apenas muestra nada de su juventud en la región de Jaerden, excepto cuando su padre, Thorvald Asvaldsson, se ve en la necesidad de abandonar su granja y su país por culpa de un asunto de sangre.
Dentro de la comunidad vikinga no existía la pena de muerte, siendo el exilio la más grave de las sentencias. Este podía ser de tres años o definitivo. Durante ese tiempo, el condenado no podía mantener ningún tipo de contacto con la comunidad de la que procedía, manteniendo durante el periodo de exilio el estatus de utlaginn (forajido o fuera de la ley). Al no estar protegido por las leyes humanas ni pertenecer a ninguna comunidad, cualquiera podría incluso matarlo sin incurrir en pena alguna.
Así, padre e hijo embarcaron a Islandia, que por aquel entonces ya no era esa especie de “tierra prometida” donde acudieron a refugiarse y a prosperar aquellos noruegos que huyeron del despotismo del rey noruego Harald el de Hermosos Cabellos, que puso todo su empeño, poder y fortuna en acabar con la forma de vida habitual de su pueblo. Se decía que este rey convirtió a los noruegos en dos clases: súbditos y exiliados.
Pero las buenas tierras costeras de la lejana Islandia llevaban mucho tiempo ocupadas. La familia se estableció en la región de Drangar. Allí Erik se casó con Thjonhild y, a la muerte de su padre, ambos se trasladaron al valle de Hauka. Como si los problemas familiares le persiguiesen, hubo otro problema de sangre con unos vecinos, por el cual Erik fue condenado por la Asamblea de Thorness a un exilio “menor”, o sea de tres años (o inviernos, según las cuentas de los vikingos).
Los calendarios rúnicos fueron los antecedentes de los calendarios agrícolas que tanta importancia tuvieron para los campesinos hasta no hace muchos años. En aquellos calendarios se marcaban con runas y símbolos especiales los periodos de tiempos relacionados con la agricultura (siembra, cosecha y similares), más las fiestas (paganas o cristianas) o los ciclos lunares a lo largo del año.
En muchas áreas rurales de los países nórdicos se siguieron usando hasta el siglo XVIII, incluso escritos con runas, a pesar de que este alfabeto fuese demonizado y prohibido en la Escandinavia cristianizada.
El más conocido es el que transcribió el danés Ole Worm/Olaus Wormius en 1626, originario de Gotland y escrito tres siglos antes; le puso el nombre de Computus Runicus y le añadió anotaciones a mano en latín.
El Ormunin Langi (Larga Sierpe) fue el mayor y más lujoso langskip (barco de guerra) del que hablan las leyendas vikingas, mandado construir por el rey noruego Ólav Trygavson. A bordo de él se enfrentó este monarca a los reyes de Dinamarca y Suecia.
La historia del barco, el rey y la fatídica batalla sin duda circuló de boca en boca durante siglos, pero sería convertida en una balada popular en las islas Feroe, donde se interpretaba (y aun lo hacen - ver vídeo en El Camino del Norte) como una danza circular. Ahora podemos leerla traducida en el libro Baladas Épicas Feroesas (Mariano González Campo / Miraguano, 2008).
A pesar de que los tres soberanos nórdicos protagonicen la historia, hay dos personajes secundarios de importancia relevante en la consecución de los acontecimientos: por un lado, el noruego Einar, un excelente arquero al que en medio de la batalla se le rompe la cuerda del arco, lo cual es tomado como un mal presagio(Se ha desecho Noruega en tus manos); el otro es el conde noruego Eirikur Hakonsson, al que los otros dos reyes mandan llamar, ya que Olav había matado a su padre y sabían de sus deseos de venganza. Eirikur se librará casi milagrosamente de las flechas que hacía él dirige Einar, hasta que su arco queda inútil, y finalmente será quien capture el Ormurin Langi. Esta balada cuenta con la peculiaridad de tener un autor conocido: el poeta romántico Jens Christian Djurhus, basándose en la historia sobre el citado rey noruego incluida en el Heimskringla de Snorri Sturluson. Por cierto que el autor tituló su poema como Olav Trygavson kvad (La balada de Olav Trygavson), siendo utilizado el actual nombre por primera vez en una grabación de 1846 y en la Færøsk Anthologi (Antología Feroesa) de U.V. Hammershaimb, en 1891.
STÝRISVØLURIN (La caña del timón) es una canción del grupo feroés TÝR incluida en su disco Eric the Red (2003). Fue compuesta por uno de sus miembros, Heri Joensen, basándose en melodías tradicionales feroesas.
Tiene como base la fatalidad del destino, algo muy común en muchas sagas vikingas. Compara la vida con un barco entre acantilados y tormentas, en el que la gente viaja agarrando la caña del timón y haciéndose la ilusión de que son libres y pueden navegar hacia donde quieran. Pero, como dice el estribillo, la senda está fijada, en piedra está grabada...
Fueron los vikingos daneses quienes conquistaron, a partir del 866, una parte considerable de la Inglaterra oriental, en torno a la ciudad de York, antigua colonia romana que llegó a ser capital del reino de Northumbria, a la que los vikingos llamaron Jorvik.
Jorvik llegó a convertirse en un importe enclave comercial vikingo a juzgar por la cantidad y calidad de los objetos encontrados en las excavaciones.
Desde allí extendieron el reino, que sería llamado Danelag (Danelaw, en inglés), donde se hablaba su lengua -algunas palabras relativas al comercio, la navegación y la legislación pasaron a formar parte del idioma inglés- y se gobernaba según sus leyes; aunque la principal fuente de ingresos estaba en un impuesto especial en plata llamado danegeld.
Debido a la gran prosperidad que alcanzó, Danelag fue continuamente atacado tanto por los ingleses del sur como por los vikingos noruegos procedentes de la colonia de Irlanda. Como la guerra y la política a veces cambian lo incambiable, los daneses tuvieron que aliarse en el 927 con el rey inglés Eduardo para luchar juntos contra los noruegos. Y pocos años más tarde los ingleses se aliaron con su enemigos naturales, los escoceses, para acabar con el reino vikingo.
Así, este reino de York duró hasta el año 954, después del cual los ingleses estuvieron libres de los vikingos por unos cuantos años; pero en el 980 recomenzaron los asaltos. En el 991, Olav Tryggavasson de Noruega, aliado con el rey Sveinn de Dinamarca, consiguió cobrar un cuantioso danegeld de 22.000 libras de plata.